Los Eagles de Filadelfia se coronaron campeones del Super Bowl LIX tras una demoledora victoria de 40-22 sobre los Chiefs de Kansas City en el Caesar’s Superdome de Nueva Orleans. El equipo dirigido por Nick Sirianni mostró un dominio absoluto desde el primer cuarto, estableciendo un contundente 34-0 antes de que los Chiefs pudieran anotar sus primeros puntos.
Jalen Hurts se consolidó como la figura del partido al ser nombrado MVP del Super Bowl, gracias a una actuación sobresaliente donde acumuló 221 yardas por aire, 72 por tierra y logró tres touchdowns totales. El quarterback de los Eagles lideró una ofensiva imparable que estableció nuevos récords en la historia de la NFL.
La defensa de Filadelfia, bajo la dirección de Vic Fangio, logró neutralizar por completo a Patrick Mahomes, quien vivió una de sus peores noches como profesional. El quarterback de los Chiefs fue capturado seis veces y apenas pudo conectar efectivamente con Xavier Worthy para dos touchdowns tardíos.
Saquon Barkley, nombrado Jugador Ofensivo del Año, también escribió su nombre en los libros de historia al superar el récord histórico de 2,476 yardas establecido por Terrell Davis. Los Eagles como equipo alcanzaron las 810 yardas terrestres, estableciendo otra marca histórica en la NFL.
Esta victoria representa el segundo Vince Lombardi para la franquicia de Filadelfia, que previamente había conquistado el campeonato en 2017. El triunfo frustró las aspiraciones de Kansas City de convertirse en el primer equipo en lograr un tricampeonato consecutivo en la NFL.
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