El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, mandó un mensaje de tranquilidad: México está más que listo para enfrentar los posibles aranceles del 25% que Trump quiere imponer a partir del 1 de febrero. ¡Y ojo! Dice que no habrá sorpresas ni reacciones precipitadas.
La cosa está así: el gobierno mexicano ya tiene un plan bien armado y, según Ebrard, vamos a salir adelante por la fortaleza de nuestra economía. «Se hizo una política de firmeza, sangre fría, y está dando resultados», presumió el funcionario después de la reunión con la American Society.
Larry Rubin, el mero mero de la Amsoc, le bajó dos rayitas al drama y dijo que ve poco probable que Trump aplique los aranceles. Según él, «será un sábado cualquiera». Aunque advirtió que el vecino del norte podría usar esta amenaza para presionar a otros países.
Y para los que andan con el pendiente de General Motors, Ebrard aclaró que la empresa no se va de México. ¡Ni de chiste! Con 900 mil vehículos producidos aquí, sería carísimo mover sus plantas más productivas. Solo harán algunos ajustes aprovechando capacidad no utilizada en EE.UU.
La cereza del pastel: Rubin confirmó que las empresas están comprometidas con México. ¿La razón? Simple: muchas compañías se fueron de China por violaciones a la propiedad intelectual y no piensan cometer el mismo error. Mientras haya condiciones competitivas y se respete el Estado de derecho, ¡aquí se quedan!
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