La Cámara de Diputados aprobó este martes una histórica reforma a los artículos 4° y 5° de la Constitución, con 327 votos a favor y 118 en contra, para prohibir la comercialización de cigarros electrónicos, vapeadores y drogas sintéticas, incluyendo el fentanilo. Esta decisión marca un paso significativo en la lucha contra las adicciones y la protección de la salud pública en México.
El dictamen, que ahora será enviado al Senado para su revisión, incluyó una modificación presentada por la morenista Guadalupe Ortega Tiburcio para integrar las reformas del Plan C previamente aprobadas. Esta precaución legislativa busca evitar que la nueva enmienda anule reformas anteriores, un punto que generó debate entre las bancadas.
Según datos presentados por el diputado Gerardo Ulloa, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 revela que en México un millón de adolescentes y 15 millones de adultos son usuarios regulares de tabaco. «Cero tolerancia a estos productos», enfatizó el legislador, destacando la importancia de proteger la salud pública por encima de intereses económicos.
Movimiento Ciudadano fue el único partido que votó en contra de la reforma en ambas votaciones, argumentando que la prohibición no desincentiva el consumo sino que genera un mercado negro. La diputada Iraís Reyes criticó la medida señalando que limita la libertad de elección y podría resultar en una pérdida de recaudación estimada en 12 mil millones de pesos anuales por concepto de IEPS.
Aunque PAN y PRI apoyaron la iniciativa en lo general por su enfoque contra el fentanilo, expresaron reservas sobre la prohibición de cigarros electrónicos. El debate reflejó la tensión entre la protección de la salud pública y las consideraciones sobre libertades individuales y efectividad de las prohibiciones.
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