Dos policías estatales han sido sujetos a prisión preventiva por su implicación en la muerte de Yanqui Kothan Gómez Peralta, normalista de Ayotzinapa, según determinó un juez federal en Acapulco. Los agentes enfrentan cargos de homicidio calificado doloso y tentativa de homicidio, relacionados con los eventos ocurridos la noche del 7 de marzo en el libramiento Chilpancingo-Tixtla.
La decisión judicial se produce en un contexto de creciente escrutinio sobre la actuación policial en Guerrero, especialmente después de que la Secretaría de Seguridad Pública del estado informara que los normalistas, incluido Gómez Peralta, habían disparado contra los agentes durante un punto de revisión, lo que llevó a los policías a repeler la agresión. Esta versión ha sido cuestionada, y la muerte de Gómez Peralta, quien recibió un disparo en la cabeza, ha intensificado las demandas de justicia y transparencia.
Aún se busca ejecutar una orden de aprehensión contra un tercer policía, identificado como Daniel ‘N’, señalado como el autor del disparo que resultó fatal para el joven normalista. Este caso ha provocado la renuncia de altos funcionarios en Guerrero y ha puesto en relieve la tensa relación entre las autoridades de seguridad y la comunidad estudiantil de Ayotzinapa.
La situación ha generado una amplia reacción pública y llamados a una investigación exhaustiva. La comunidad de Ayotzinapa, conocida por su activismo tras la desaparición de 43 estudiantes en 2014, exige justicia y medidas concretas para evitar futuras tragedias. Este caso subraya la necesidad urgente de reformas en las prácticas de seguridad y justicia en México.
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