Hace 211 años, un grupo de insurgentes no solo luchaba con armas por la libertad de México, también lo hacía con leyes. El 22 de octubre de 1814, en pleno movimiento independentista, se promulgó la Constitución de Apatzingán, considerada la primera Carta Magna del país. Y aunque no llegó a aplicarse del todo, sentó las bases del México que hoy conocemos.
Un documento que nació en tiempos de guerra
Mientras el país ardía en batalla, José María Morelos y Pavón y los integrantes del Congreso de Chilpancingo se reunieron en Apatzingán, Michoacán, para dar forma legal a la lucha. El resultado fue el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, mejor conocido como la Constitución de Apatzingán.
¿Lo más valiente? Fue promulgada cuando el territorio aún estaba bajo dominio español. ¡Un acto de rebeldía legal!
¿Qué decía esta Constitución?
Uno de sus puntos más revolucionarios fue declarar que la soberanía reside en el pueblo, no en un rey. Algo muy adelantado para su época. También establecía la división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), y garantizaba derechos como la libertad de expresión, la propiedad y el debido proceso.
Aunque basada en ideales ilustrados y modelos europeos, la Constitución de Apatzingán tenía un sabor muy mexicano: católica, federalista y popular.
Una Constitución con vida corta… pero legado largo
Por desgracia, Morelos fue capturado solo unos meses después, y el documento nunca pudo aplicarse. Pero su espíritu sobrevivió. Años más tarde, muchas de sus ideas resurgieron en la Constitución de 1824, y siguen vivas en la de 1917.
¿Quiénes la firmaron?
Además de Morelos, participaron figuras como Andrés Quintana Roo, Carlos María de Bustamante, José María Cos y muchos otros insurgentes que comprendieron que la guerra no solo se ganaba con fusiles, sino también con principios.
¿Dónde puedes verla hoy?
El documento original está resguardado en el Museo de las Constituciones de la UNAM, pero también puedes consultarlo en línea a través del sitio de la Cámara de Diputados o en la página oficial de la SEDENA.
🏛️ ¿Por qué importa recordarla?
Porque fue la primera vez que se intentó organizar legalmente una nación independiente en México. Su promulgación es símbolo de que la libertad también se construye con leyes, no solo con armas. Y eso, en un país como el nuestro, sigue siendo una lección vigente.
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