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«El retorno de la Diosa»

Pluma invitada: Sebastián Lomelí

Durante el siglo XX, los feminismos se convirtieron en uno de los movimientos políticos más importantes en el mundo. Mujeres de diferentes latitudes, como México, Estados Unidos y Francia, alzaron la voz para ser escuchadas, pues crecía en ellas la conciencia de su importancia en la participación social.

Como corriente de pensamiento y acción política, ha contado con expresiones múltiples y diferentes fórmulas metodológicas. La organización de la diversidad de grupos feministas y sus formas de actuar han tenido como resultado planteamientos distintos, por eso es válido hablar de feminismos(1).

Los feminismos han contado con distintas fases que han cambiado de acuerdo a las necesidades del momento histórico y los intereses y demandas de cada grupo. Desde comienzos del siglo XX hasta las primeras décadas del siglo XXI, los movimientos por la liberación de la mujer han contado con cuatro olas, cuatros momentos estelares que destacan por la diversidad de propuestas.

El feminismo en México se ha definido como “la toma de conciencia de las mujeres como grupo, de la opresión, dominación, subordinación y explotación de que han sido objeto por parte del sistema social, económico y político imperante(2)”. La efervescencia de movimientos feministas en México ha estado marcado por una diversificación de teorías y prácticas, siendo las décadas de 1970 y 1980 los años de mayor auge.

Ciertos feminismos de la segunda ola fueron influidos por las corrientes de pensamiento que se desarrollaron a partir del conocimiento arqueológico y antropológico que hunde sus raíces en los descubrimientos del siglo XIX. Fue este el tiempo durante el cual Europa aumentó su interés por las antiguas culturas de los cinco continentes. En el campo de la arqueología, la historia, la etnología y la antropología se dieron importantes avances para conocer el hondo pasado de la humanidad y comprender mejor la cultura primitiva de muchos lugares del planeta donde aún no se consolidaba la tradición occidental.

A esta tendencia se le conoce dentro de la espiritualidad feminista como el Movimiento de la Gran Diosa, que de acuerdo a Gloria Orenstein, inspiró a muchas mujeres de la Segunda Ola(3).

 

1 Dora Barrancos, Historia mínima de los feminismos en América Latina., p. 17.
2 2 Ana Lau, El nuevo movimento feminista mexicano a fines de milenio en Eli Bartra, et.al., El feminismo en
México, UAM, México, 2000, pp. 13-14.
3 Gloria Orenstein, La historia perdida de las mujeres poderosas en Sylvia Navarrete, Op. cit., p. 371

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