Pluma invitada: Rodrigo Lomelí
El inicio de las pre campañas presidenciales, actos meramente disfrazados al ser ya campañas en gran parte de su operación, nos ha ido mostrando los momentos donde se encuentra cada una de las dos aspirantes y el aspirante, y que vislumbran la estrategia en términos de comunicación que están poniendo en práctica para llamar la atención del electorado.
Claudia Sheinbaum no podía elegir otro discurso que el de la continuidad, el de resaltar los logros de la actual administración, y aunque sin propuestas concretas por temas de legalidad electoral, deja claro que no dejará la marca del presidente fuera de la campaña. La integración de personajes a su equipo será clave para saber cómo van las negociaciones o los acuerdos políticos con diversos operadores de los tres partidos que la ungieron, y ver si Marcelo Ebrard consigue colocar perfiles cerca de la gran operación electoral presidencial.
Eso sí, Claudia tiene un reto enorme en generar entusiasmo en su discurso, un punto que no es su fuerte, y que desde hace meses le fue señalado como parodia presidencial. El reto lo tienen sus asesores, marcar la comunicación dentro del obradorismo, pero haciéndose de su propio estilo discursivo, sin hacerse sentir fuera de la continuidad de la llamada 4T.
Claudia Sheinbaum: «En la ruta de la continuidad, marcando logros sin dejar la marca del presidente.»
Por otro lado, tenemos a Xóchitl Gálvez, disruptiva en su destape que le dio un respiro a la gente que no se identifica con el gobierno en turno; demostró gran habilidad para dar respuesta de bote pronto, dicharachera en su conducción con medios, y en cierta medida un perfil carismático, pero que poco a poco se fue apagando y perdiendo, resultado de varias malas decisiones estratégicas, sobre todo en la forma en que se hizo de la candidatura. Santiago Creel, su coordinador que no figura como tal, los nombramientos de perfiles para voceros que no querían ser sus voceros, y los presidentes de los tres partidos (PRI-PAN-PRD) que están más preocupados por su cosecha de posiciones políticas, han dejado muy evidente que la carrera presidencial no es algo que sea prioridad.
A unos días de haber comenzado, Xóchitl se congratuló por el triunfo de Milei en Argentina, y después sale a precisar que no comparte puntos de vista con él; después tiene que salir manifestarse contra el machismo de Fox, uno de sus grandes impulsores, y para finalizar una semana redonda, el INE le baja tres spots, y en su visita a la FIL Guadalajara olvida el nombre de su propio libro que está presentado. La misma incongruencia ideológica de la alianza que la postula está abonando a que su estrategia de comunicación se vuelva en un decir y desdecir.
Xóchitl Gálvez: «Disruptiva y carismática, pero atrapada en incongruencias y desafíos estratégicos.»
Finalmente, Samuel García, personaje que sin duda sabe muy bien su objetivo, entiende que la gente joven (y en general la gente) no orienta su voto viendo mesas de análisis; su éxito electoral para llegar a la gubernatura de Nuevo León será replicarlo a nivel nacional, con pocas probabilidades de triunfo ciertamente, pero mucha expectativa de crecimiento. Tiene claro que su conquista es el sector poblacional juvenil; alrededor de 15 millones de jóvenes de entre los 18 y 24 años estará en posibilidades de votar en 2024. Al ser el político mexicano que más gasta en publicidad en redes sociales tiene bien fija la ruta que recorrerá, y en el camino algún desilusionado del actual gobierno y de la campaña de Xóchitl le dará su voto, y de esta forma podrá entregarle cuentas alegres a Dante Delgado para darle mayor sustento a su discurso “es mejor ir solos”. Ya vimos spots de Movimiento Ciudadano, pero su fuerte mediático estará en los “tik toks”, con una estrategia diseñada por la empresa Euzen Consultores, sucursal favorita de MC y Samuel, señalada recientemente de recibir diversos contratos por parte del gobierno de Nuevo León.
Samuel García: «Conquistando la juventud, avanzando con publicidad y esperanzas de crecimiento.»
Veremos si en las próximas semanas hay un recalibramiento de las estrategias, y que naturalmente deberán ser palpables cuando los precandidatos estén en condiciones legales de darnos sus propuestas de gobierno.
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