El pasado domingo 10 de agosto de 2025, una intensa tromba causó severas inundaciones en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), provocando la suspensión temporal de sus operaciones y afectando a cerca de 15,000 pasajeros. Este fenómeno meteorológico impactó tanto las pistas como las terminales 1 y 2, generando caos y largas filas en las zonas de documentación y espera.
Las fuertes lluvias saturaron el sistema de drenaje del aeropuerto, permitiendo que el agua ingresara por filtraciones y cubriera amplias áreas de las terminales. Pisos resbaladizos y visibilidad limitada complicaron la movilidad y seguridad en las instalaciones, lo que obligó a detener despegues y aterrizajes por más de cuatro horas. Equipos electrónicos y sistemas de comunicación también sufrieron daños por la humedad, dificultando la coordinación entre aerolíneas y personal aeroportuario.
Como consecuencia directa, fueron cancelados o retrasados más de 100 vuelos, dejando varados a miles de viajeros. En total, aproximadamente 14,892 pasajeros resultaron afectados por la interrupción de servicios. La crisis se extendió fuera del aeropuerto debido a anegamientos en vías aledañas que paralizaron tramos del Metro, Metrobús y transporte de apoyo, generando un efecto dominó en la movilidad de la capital.
Para atender esta emergencia, se desplegaron equipos motobombas y vactor en las pistas y zonas terminales, buscando retirar el agua acumulada y recuperar condiciones óptimas para reanudar las operaciones aéreas. Finalmente, el lunes 11 de agosto, el aeropuerto logró abrir sus pistas de forma escalonada desde las primeras horas del día, retomando gradualmente la normalidad en sus servicios.
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