Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha logrado una reducción significativa en su deuda, al mismo tiempo que ha incrementado su capacidad de producción y refinación. Con una inversión menor en comparación con las administraciones anteriores, la deuda de la petrolera estatal se ha disminuido en un 17%, y se prevé una casi triplicación de su capacidad de refinación con la puesta en marcha de la refinería de Dos Bocas.
Durante una conferencia presidencial, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, admitió que el objetivo de alcanzar la autosuficiencia en gasolinas se pospondrá hasta 2025. Contrastando con los sexenios anteriores, la actual administración ha visto un incremento en la producción de petróleo, un aumento en las reservas y una notable disminución en la deuda de Pemex.
Los resultados son el fruto de una gestión enfocada en la eficiencia y el combate a la corrupción, según Romero Oropeza. La estrategia incluye la reducción de la dependencia de las importaciones de combustible, la expansión de la infraestructura de refinación y la consolidación de Pemex como líder en la venta de combustibles y gas LP en México.
El presidente López Obrador destacó el rescate de Pemex como una empresa pública fundamental, criticando las políticas anteriores y enfatizando la importancia del petróleo como parte de la identidad nacional. La administración actual se enfoca en revertir el déficit heredado y fortalecer a Pemex como pilar de la economía mexicana.
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