Hace unos días, se dio a conocer que el exgobernador del estado de Tamaulipas y exmilitante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Tomás Yarrington, había sido liberado pese a ser señalado por lavado de dinero y nexos con el crimen organizado. En la conferencia de prensa conocida como La Mañanera, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue cuestionado sobre la postura del Gobierno de México respecto a su posible extradición.
El pasado 3 de julio, la Agencia Federal de Prisiones (BOP) informó que el exmandatario estatal, de 67 años de edad, había sido liberado de manera anticipada. Se esperaba que recuperara su libertad hasta noviembre de este año. Cabe destacar que Yarrington fue declarado culpable y recibió una condena de nueve años de prisión por lavado de dinero, lo cual lo llevó a ser ingresado a una cárcel en Texas tras ser extraditado desde Italia, donde fue arrestado usando un nombre falso.
Desde el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, AMLO negó estar negociando la liberación del exgobernador de Tamaulipas y subrayó que la liberación anticipada fue una decisión de las autoridades estadounidenses. “Nosotros no hacemos ese tipo de negociaciones”, afirmó el presidente. También negó que la Fiscalía General de la República (FGR) estuviera relacionada con la liberación anticipada de Yarrington, explicando que las autoridades del país gobernado por Joe Biden ejecutaron dicha medida.
Tomás Yarrington, quien fue gobernador de Tamaulipas de 1999 a 2005, fue señalado por delitos de narcotráfico y lavado de dinero. Se le acusa de haber recibido sobornos de cárteles de droga para permitir sus operaciones en el estado y de usar estos fondos ilícitos para adquirir propiedades y lavar dinero a través de empresas fachada. Fue arrestado en Italia en 2017 y extraditado a Estados Unidos para enfrentar dichos cargos.
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