Texcaltitlán, Estado de México, se ha convertido en el epicentro de una confrontación letal entre civiles y presuntos miembros de la Familia Michoacana. El saldo del enfrentamiento, iniciado por la negativa de los pobladores a ceder ante demandas extorsivas, ha dejado un trágico recuento de 14 fallecidos. Entre las víctimas se encuentra Noé Olivares Alpizar, un delegado comunal altamente valorado por su comunidad, quien, armado con palos y machetes junto a otros vecinos, enfrentó valientemente a los agresores.
La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, en respuesta a estos trágicos sucesos, ha solicitado la presencia permanente de fuerzas federales en la región para proteger a la población. Esta petición incluye a la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y la Guardia Nacional. El secretario de Seguridad del Estado, Andrés Andrade, confirmó que 11 de los fallecidos serían presuntos delincuentes y los restantes tres, pobladores del municipio. Además, se reportan cuatro heridos por arma de fuego y dos personas desaparecidas.
La cronología del enfrentamiento refleja la gravedad y la rápida escalada del conflicto. Tras la llegada de fuerzas de seguridad a las 15:20 horas, el clímax se desencadenó poco después de las 16:00, cuando los pobladores, hartos de las extorsiones y ante la amenaza de un aumento en las cuotas de protección, decidieron defender su territorio. La situación se intensificó aún más cuando se alertó sobre la posible llegada de refuerzos criminales a las 21:00 horas. Estas acciones resaltan no solo la valentía de los residentes, sino también el profundo descontento y la resistencia a la imposición del crimen organizado en su comunidad.
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