México necesita invertir más de 400 mil millones de dólares (mdd) para capturar las oportunidades de «nearshoring» hacia 2032, según cálculos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). El «nearshoring» se refiere al proceso de reubicación de cadenas productivas a Norteamérica, principalmente desde China, debido a factores como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la búsqueda de reducir costos y riesgos en las cadenas de suministro. México se posiciona como un destino atractivo para estas inversiones gracias a su cercanía con el mercado estadounidense y los tratados comerciales vigentes.
La SICT estima que para aprovechar plenamente el «nearshoring» hacia 2032, México necesitará invertir más de 400 mil mdd en infraestructura, incluyendo: desarrollo de parques industriales, ampliación de puertos marítimos y aéreos, mejora de la red carretera y ferroviaria, y expansión de la capacidad energética. Estas inversiones buscan fortalecer la competitividad de México y asegurar que cuente con la infraestructura necesaria para atraer y retener las inversiones derivadas del «nearshoring».
Diversos analistas coinciden en que el «nearshoring» representa una oportunidad sin precedentes para México, con la posibilidad de generar empleos, inversión extranjera directa y un impulso económico significativo. Sin embargo, también advierten sobre la necesidad de abordar desafíos como la inseguridad, la falta de infraestructura y la escasez de mano de obra calificada.
Las autoridades mexicanas han expresado su compromiso de trabajar en conjunto con el sector privado para aprovechar al máximo esta oportunidad y realizar las inversiones necesarias en infraestructura, educación y seguridad.
En resumen, el «nearshoring» se perfila como un motor de crecimiento económico para México, pero requerirá de esfuerzos coordinados y cuantiosas inversiones para materializar su potencial.
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