Sheinbaum y De la Fuente ajustan estrategia para frenar aranceles de EE.UU.

La presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, ajustan una estrategia urgente para frenar los aranceles del 30% que Estados Unidos aplicará a partir del 1 de agosto a productos mexicanos. Esta medida, anunciada por la administración Trump, amenaza con afectar seriamente la economía mexicana y la relación comercial entre ambos países. El equipo mexicano mantiene reuniones constantes en Washington D.C., buscando evitar que los nuevos impuestos entren en vigor o al menos mitigar su impacto.

El anuncio inesperado de estos aranceles tuvo lugar en julio, pocas semanas antes de su entrada en vigor, complicando la capacidad de respuesta del gobierno mexicano. Claudia Sheinbaum ha sido clara en sus declaraciones sobre la importancia de mantener la cooperación y el diálogo diplomático con Estados Unidos, esforzándose por lograr un acuerdo favorable sin recurrir a medidas proteccionistas recíprocas que podrían escalar el conflicto comercial. El presidente Trump justifica estas tarifas con la acusación de que México no ha frenado eficazmente el tráfico de fentanilo, motivo que el gobierno mexicano busca abordar a través de propuestas concretas y negociaciones en curso.

Actualmente, un equipo especial del gobierno mexicano trabaja en Washington, encabezado por las secretarías de Economía y de Hacienda. Su objetivo principal es reducir el actual déficit comercial que Estados Unidos tiene con México, utilizando mecanismos que no dañen la economía mexicana ni la dinámica del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Según Sheinbaum, se busca equilibrar el comercio evitando la imposición de nuevos aranceles que pondrían en riesgo la cadena productiva y las exportaciones mexicanas, que han crecido gracias a fenómenos como el nearshoring, que traslada empresas asiáticas a México para facilitar su acceso al mercado estadounidense.

Para enfrentar esta situación, Claudia Sheinbaum ha convocado a su gabinete, incluido el secretario Juan Ramón de la Fuente, para analizar y diseñar la respuesta más efectiva. No se descarta la posibilidad de que la mandataria mexicana se comunique directamente con Donald Trump si la negociación entre equipos no avanza lo suficiente, buscando desactivar esta amenaza arancelaria en el último momento. La presidenta ha mostrado confianza en que se podrá llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes y preserve el entramado económico bilateral.

Este momento crítico subraya la vulnerabilidad de México ante las decisiones unilaterales del gobierno norteamericano, pero también refleja la importancia estratégica del diálogo y la diplomacia en tiempos de tensión comercial. Aunque el gobierno mexicano apuesta por la cautela y la negociación inteligente, sin adoptar posturas de confrontación directa, expertos advierten que el desgaste de esta estrategia podría complicar futuras relaciones si no se obtienen resultados pronto.

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