Paraguay entrega a Hernán Bermúdez, líder de “La Barredora”, a México

En una operación de gran envergadura para la justicia y la cooperación internacional, Paraguay ha entregado formalmente a Hernán Bermúdez Requena, conocido como alias “El Abuelo” o “Comandante H”, a las autoridades mexicanas. Este importante acontecimiento tuvo lugar el 17 de septiembre de 2025, marcando un paso crucial en la lucha contra el crimen organizado transnacional. Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública del Estado de Tabasco, es señalado como presunto líder del grupo criminal “La Barredora”, una organización ligada al poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dedicada a actividades ilícitas como el robo de combustible y la extorsión. Su detención en Paraguay el pasado 12 de septiembre y su posterior expulsión hacia México subrayan el firme compromiso de ambos gobiernos para combatir la impunidad y fortalecer la seguridad en la región, enviando un mensaje claro a aquellos que buscan refugio de la justicia.

La entrega de Bermúdez Requena se concretó bajo la figura de “expulsión” por parte de Paraguay, una medida soberana adoptada debido a su ingreso irregular al país sudamericano, facilitando un proceso más ágil que la burocrática extradición tradicional. Elementos de diversas dependencias mexicanas, incluyendo el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Fiscalía General de la República (FGR) y el Instituto Nacional de Migración (INM), se trasladaron a Paraguay para asegurar su recepción y traslado a territorio nacional. Omar García Harfuch, titular de la SSPC, confirmó la acción y reafirmó el compromiso del Gobierno de México de fortalecer la cooperación internacional para detener a los generadores de violencia. Esta coordinación interinstitucional y la decisión paraguaya de no otorgar asilo a criminales de alto perfil son pilares fundamentales para desmantelar redes delictivas que operan más allá de las fronteras.

Hernán Bermúdez enfrenta en México una orden de aprehensión emitida por la Fiscalía de Tabasco por los presuntos delitos de extorsión, secuestro y narcomenudeo. Una vez en suelo mexicano, el exfuncionario será ingresado al Centro Federal de Reinserción Social No. 1, un penal de máxima seguridad ubicado en el Estado de México, donde quedará a disposición de la autoridad judicial que lo requiere. La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay, que ejecutó la operación de traslado, destacó que Bermúdez era uno de los principales objetivos criminales de México debido a sus vínculos directos con el CJNG, considerada una de las organizaciones delictivas más peligrosas y violentas del hemisferio. La acción coordinada entre las autoridades paraguayas y mexicanas demuestra una estrategia efectiva para neutralizar a figuras clave del crimen organizado.

El procedimiento en Paraguay involucró al juez Osmar Legal, al director Nacional de Migraciones, Jorge Kronawether, y al fiscal Adjunto de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, quienes oficializaron la medida que permitió el traslado inmediato del detenido. La rápida respuesta y la decisión firme de las autoridades paraguayas de no permitir que su territorio se convierta en santuario para delincuentes internacionales fueron decisivas para la resolución de este caso. Este suceso también trae consigo un componente político, dadas las anteriores cercanías de Bermúdez con el hoy senador de Morena, Adán Augusto López López, quien lo designó jefe de la Policía estatal durante su mandato como gobernador de Tabasco. La llegada de Bermúdez a México podría abrir un nuevo capítulo de debates y análisis en la esfera política, resaltando la importancia de la rendición de cuentas en todos los niveles.

La expulsión de Bermúdez Requena no solo representa una victoria para la justicia mexicana, sino que también refuerza la imagen de Paraguay como un país proactivo en la lucha global contra el crimen organizado. La medida de expulsión se consideró viable después de que las autoridades mexicanas desistieran formalmente de la solicitud de detención con fines de extradición, lo que permitió que un juez paraguayo dejara sin efecto el proceso de extradición y se procediera con la vía migratoria. Este tipo de acciones combinadas, donde la cooperación bilateral y la voluntad política convergen, son esenciales para desmantelar estructuras criminales complejas y asegurar que los responsables de actos delictivos enfrenten las consecuencias de sus acciones, sin importar dónde intenten esconderse.

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