En un evento celebrado en el Palacio Nacional, la empresa cervecera Heineken México, con su CEO Oriol Bonaclocha al frente, anunció una inversión histórica de 2,750 millones de dólares en México, específicamente destinada a la construcción de una nueva planta cervecera en el municipio de Kanasín, Yucatán. Este proyecto no solo refuerza la presencia de Heineken en México, sino que también se convierte en un impulso significativo para la economía local.
La inversión, que se extenderá desde 2025 hasta 2028, incluye la creación de más de 3,000 empleos, tanto directos como indirectos, lo que representa un impacto positivo en la región. Además, la empresa ha destacado su compromiso con la sostenibilidad y el consumo responsable, alineándose con su estrategia global de impacto ambiental y social. Este esfuerzo también marca un hito en la industria cervecera al ser el primero en realizar una consulta indígena previa a la instalación de la planta.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, resaltó la importancia del sureste del país para atraer inversiones sostenibles, gracias a su disponibilidad hídrica y creciente infraestructura. La nueva planta permitirá mejorar la capacidad de distribución en la Península de Yucatán y aprovechar la conectividad logística del sureste, lo cual es crucial para el abastecimiento y el desarrollo regional.
Heineken en México celebra 135 años en el país, con más de 18,000 colaboradores y una amplia gama de marcas reconocidas como Tecate, Indio, Ultra y Carta Blanca, entre otras. La industria cervecera en México genera más de 700,000 empleos, lo que la convierte en un sector clave para la economía nacional.
La inversión de Heineken en Yucatán es vista con entusiasmo por las autoridades locales, como el gobernador Joaquín Jesús Díaz Mena, quien destacó que esta planta no solo generará empleos sino que también promoverá la economía local y combatirá la desigualdad social. A su vez, la empresa ha reafirmado su compromiso con la sociedad mexicana a través de su participación en eventos culturales como la Fórmula 1 y festivales de música.
La construcción de esta planta en Kanasín no solo representa una oportunidad económica para la región sino que también es un paso hacia la diversificación industrial en Yucatán. La empresa ha comprometido más de 500 millones de dólares específicamente para la instalación de la planta, lo que subraya su confianza en el potencial del sureste mexicano.
En resumen, la inversión de Heineken en Yucatán no solo es un paso más en la expansión de la compañía en México, sino que también se alinea con su estrategia de crecimiento sostenible y compromiso social. Este proyecto refuerza la posición de Heineken como líder en el sector cervecero y promueve un desarrollo regional más equilibrado, con un enfoque en la participación local y la protección ambiental.
Heineken ha demostrado su compromiso con México desde su llegada en 1890, y esta nueva inversión es un ejemplo claro de su confianza en el futuro del país. Con la construcción de su octava planta en México, la empresa no solo busca aumentar su capacidad de producción sino también contribuir al desarrollo económico y social de la región. Esto pone de manifiesto la importancia de la colaboración entre empresas y comunidades para alcanzar un crecimiento sostenible y beneficioso para todos.
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