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“Nacimos para servir”: la visión de justicia de María de Lourdes Renée Anaya Chávez

Por Diario Patria

La transformación del sistema judicial mexicano ha abierto una puerta histórica: por primera vez, la ciudadanía puede votar por quienes formarán parte del Poder Judicial. En este contexto, la figura de María de Lourdes Renée Anaya Chávez destaca por su compromiso, su sensibilidad y su profundo conocimiento del Derecho. Con más de 30 años de experiencia como abogada litigante y fundadora de su propio despacho, hoy busca convertirse en jueza de lo familiar en Iztapalapa, una de las zonas más diversas y complejas de la Ciudad de México.

Una vocación nacida del servicio

Para Lourdes, ser abogada no ha sido solo una profesión, sino un llamado. “Tenemos que nacer para servir”, dice con convicción. Su carrera, forjada desde la trinchera del litigio, ha estado marcada por un principio claro: estar al lado de quien busca justicia, acompañar, escuchar, mediar.

“Al principio uno cree que el abogado está para ganar juicios, pero con el tiempo te das cuenta de que la gente llega buscando a alguien que la escuche, que le ayude a resolver algo que la duele”, explica. Su despacho jurídico, MESRE, S.C., que lleva tres décadas en funcionamiento, se ha convertido en un espacio donde el Derecho se ejerce con cercanía y humanidad.

El derecho familiar, una materia sensible

Renée Anaya no oculta su motivación principal para querer ocupar una posición como jueza de lo familiar: la necesidad de construir una justicia humana y accesible, especialmente en un territorio como Iztapalapa. “En esta zona hay muchos casos de sucesiones familiares, pensiones alimenticias, divorcios, adultos mayores abandonados. Son problemas legales, sí, pero también profundamente emocionales.

Desde su experiencia como litigante, ha sido testigo de cómo un juicio puede fracturar familias enteras. “Una sucesión mal llevada puede hacer que los hermanos se dejen de hablar para siempre. Por eso, como jueza, quiero ofrecer una justicia que escuche, que busque arreglos, que sea consciente del dolor humano detrás de cada expediente.”

Una mujer preparada y sin privilegios

Con estudios en Derecho Penal, una maestría, y un Doctorado Honoris Causa, Renée Anaya representa una generación de juristas que no llegaron por compadrazgos, sino por mérito. “Antes, para ser juez tenías que tener contactos. Hoy, con esta reforma, se está abriendo un camino para quienes tenemos la preparación y la experiencia.»

Su perfil ha sido avalado por el Instituto Electoral, que la reconoció como una de las mejor evaluadas entre las personas candidatas. Pero más allá del currículo, Lourdes destaca por su claridad ética: “Esta oportunidad es histórica. Pero si no salimos a votar el primero de junio, luego no podemos quejarnos”.

Humanizar la justicia desde la cercanía

Lourdes sabe que el Derecho no solo se aplica desde la técnica, sino desde la empatía. “El abogado también es un poco terapeuta. Y como jueza, me interesa seguir escuchando a las personas, entendiendo sus contextos, no solo leyendo sus expedientes.»

Su visión va más allá del papel: aspira a un sistema donde los procedimientos se agilicen, donde los juicios no tarden años en resolverse, y donde quienes imparten justicia tengan no solo conocimiento, sino vocación. “La gente en los juzgados trabaja mucho. Pero hace falta preparación, insumos, capital humano. Hay mucho por hacer.”

Una abogada con alma

A lo largo de la entrevista, Lourdes comparte también su lado más humano. Cuando se le pregunta qué postre la representa, responde sin dudar: “Fresa con crema. Un poco acidita, un poco dulce… y a veces empalagosa.” Y cuando necesita levantar el ánimo, recurre a música que la empodera: “Y me solté el cabello es mi canción para empezar el día con fuerza”.

Una campaña desde la honestidad

Participar en este proceso, que incluye promoverse en redes sociales y hablar directamente con la ciudadanía, ha sido un reto inusual para Lourdes. “Nunca había estado frente a una cámara ni expuesto mi vida en redes. Pero lo hago con gusto, porque la gente merece saber quién está detrás de cada candidatura.»

Para ella, esta reforma judicial no se trata de fama ni polémicas, sino de transparencia y cercanía. “No se trata de ser viral. Se trata de ser confiable.”

Un llamado claro: “Vamos todas, vamos todos”

Lourdes cierra la conversación con una frase contundente: “Tenemos que aprovechar esta oportunidad que nos da la vida. Si no actuamos el 1º de junio, luego no nos podemos quejar.” Para ella, votar es ejercer el derecho de decidir qué tipo de justicia queremos construir.

Y lo que ella propone es claro: una justicia con rostro, con corazón, con principios.

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