El presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la primera etapa del Tren Maya, un proyecto de tramos 2, 3 y 4, que conectará Campeche con Cancún. Esta obra, financiada con inversión pública, busca reducir la pobreza y desigualdad en el sureste de México, creando oportunidades en los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Durante el evento, el presidente, acompañado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y otros dignatarios, develó una placa conmemorativa. La placa destaca que el Tren Maya será un referente para impulsar el desarrollo económico y turístico en la región sureste de México, beneficiando al pueblo mexicano. El proyecto ha contado con la participación de trabajadores, técnicos, proveedores nacionales y extranjeros, y empresas constructoras como Mota-Engil, Grupo Carso, Azvindi, ICA y Alstom.
El Tren Maya, construido en menos de cinco años, también apunta a fomentar el turismo nacional e internacional, conectando ciudades arqueológicas y destacando la rica biodiversidad y cultura de la región. Además, el presidente anunció planes futuros para mejorar la infraestructura vial en la zona y enfatizó la importancia del turismo para el desarrollo económico del sureste mexicano.
Los precios de los boletos varían, con tarifas de $1,166 pesos mexicanos (aproximadamente US$ 68) para la clase turista y $1,173.50 pesos mexicanos (alrededor de US$ 108) para otras clases. Además, habrá venta anticipada de boletos y los horarios de operación, con dos rutas principales desde Campeche a Cancún y viceversa.
El tren, fabricado en Ciudad Sahagún, Hidalgo, es un modelo X’trapolis eléctrico con diseños únicos para cada versión: estándar, restaurante y larga distancia. El primer convoy tiene capacidad para 230 pasajeros, y hay planes para agregar vagones con restaurantes y camarotes.
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