La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este martes que su gobierno responderá con «medidas arancelarias y no arancelarias» tras la imposición del 25% de aranceles a productos mexicanos por parte de Estados Unidos. Las medidas específicas serán reveladas el próximo domingo 9 de marzo durante una concentración en el Zócalo capitalino, en lo que representa la primera crisis comercial importante de su administración.
«Nadie gana con esta decisión», afirmó la mandataria durante su conferencia matutina, donde calificó el comunicado de la Casa Blanca como «ofensivo, difamatorio y sin sustento». Sheinbaum lamentó la decisión «unilateral» de Washington, destacando que su gobierno había implementado «acciones contundentes contra la delincuencia organizada y el tráfico de fentanilo», incluyendo la histórica extradición de 29 capos del narcotráfico a Estados Unidos la semana pasada.
La presidenta mexicana adelantó que mantendrá una llamada telefónica con Donald Trump, probablemente el jueves, en un último intento por alcanzar una solución negociada. «No queremos entrar a una guerra comercial, eso solo afecta a la gente», subrayó, aunque advirtió que México está preparado para responder si las medidas estadounidenses se mantienen. Sheinbaum hizo un llamado al pueblo mexicano «a enfrentar juntos este desafío, a mantenernos con unidad» frente a lo que considera un castigo injustificado.
El impacto económico de estos aranceles podría ser severo para ambos países, considerando que aproximadamente el 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos. «Aquí se produce una parte muy importante de lo que se consume en Estados Unidos, sobre todo automóviles», explicó la presidenta, señalando que las cadenas productivas cruzan la frontera varias veces antes de llegar a los consumidores finales. Los mercados reaccionaron inmediatamente, con caídas en la Bolsa mexicana y una depreciación del peso que llevó al dólar a niveles cercanos a los 21 pesos.
La crisis comercial se produce en un momento delicado para la relación bilateral, a poco más de un año de la renegociación del T-MEC prevista para 2026. Canadá, también afectado por aranceles del 25%, ya anunció medidas espejo que impactarán productos estadounidenses valorados en 155,000 millones de dólares. China, por su parte, respondió con gravámenes de hasta 15% a productos agroalimentarios estadounidenses tras ver duplicados sus aranceles al 20%. «Deberíamos hacer lo contrario, promover una mayor integración económica que nos permita competir con Asia», lamentó Sheinbaum.
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