Febrero de 2024 se ha convertido en un mes histórico para México en términos de remesas, ya que el país recibió 4 mil 510 millones de dólares en transferencias familiares, marcando un incremento del 3.75% respecto al mismo periodo del año anterior. Este aumento continúa la tendencia positiva observada en los últimos años, con las remesas alcanzando niveles récord. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, el valor real de estas transferencias ha visto una caída del 8.8% debido a la apreciación del peso y a la inflación.
El análisis de BBVA destaca que las remesas han experimentado un crecimiento constante durante 46 meses consecutivos, lo que subraya la importancia de estos flujos financieros para la economía mexicana. No obstante, se advierte una posible ralentización en el ritmo de crecimiento de las remesas, en parte debido al agotamiento de los apoyos gubernamentales en Estados Unidos destinados a paliar los efectos de la pandemia y a un mercado laboral menos dinámico en dicho país.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México anticipa que, aunque el flujo de remesas seguirá siendo significativo en 2024, es probable que sea menor en comparación con el año anterior, cuando las remesas alcanzaron los 63 mil 320 millones de dólares. Esta expectativa se basa en factores como el fin de los apoyos para paliar la pandemia en Estados Unidos y un mercado laboral menos dinámico.
En 2021, las remesas a México tuvieron su mejor desempeño en 15 años, con un crecimiento del 25.9%, impulsado por la rápida recuperación de la economía estadounidense y su necesidad de mano de obra, tanto documentada como no documentada. Este fenómeno refleja la dependencia de la economía mexicana de los flujos financieros provenientes de sus ciudadanos en el extranjero, especialmente en tiempos de crisis económica.
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