El exdirector general de Petróleos Mexicanos, Carlos Treviño Medina, fue detenido en Estados Unidos el 14 de agosto de 2025 y será deportado a México para enfrentar cargos por corrupción y lavado de dinero. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que esta detención responde a una orden de extradición emitida hace aproximadamente cinco años y que el exfuncionario debe ser juzgado en territorio nacional.
Treviño fue señalado por recibir un soborno por 4 millones de pesos en un esquema que otorgó beneficios millonarios a la constructora brasileña Odebrecht, acusado en el marco del caso Odebrecht por su antecesor Emilio Lozoya Austin.
Carlos Treviño dirigió Pemex de 2017 a 2018 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y también desempeñó roles como director corporativo de Finanzas y en Administración dentro de la empresa. La Fiscalía General de la República (FGR) imputó a Treviño en 2021 por los delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
En aquella ocasión, Treviño se ausentó de una audiencia y la FGR solicitó a Interpol una ficha roja para su captura a nivel internacional. Sin embargo, en 2023, Interpol canceló dicha alerta debido a supuestas irregularidades procesales, lo que complicó su localización.
La denunciante clave en este caso ha sido Emilio Lozoya, quien afirmó que Treviño operó contratos y sobornos a favor de Braskem, filial de Odebrecht, durante la implementación de la reforma energética. A pesar de esta acusación, en la actualidad el proceso sigue abierto y la defensa de Treviño argumenta que las imputaciones han sido utilizadas como herramienta política. Por otra parte, Treviño solicitó asilo político en Estados Unidos, pero su detención en Texas bajo una supuesta irregularidad migratoria ha permitido que el gobierno mexicano gestione su deportación en lugar de un proceso formal de extradición.
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