El taco, ese platillo aparentemente sencillo pero lleno de historia y sabor, se ha convertido en un símbolo indiscutible de la identidad mexicana. Cada año, el 31 de marzo se celebra el Día del Taco, una fecha para rendir homenaje a este invento gastronómico que ha trascendido fronteras.
Según las leyendas, el origen del taco se remonta a la época prehispánica. Se dice que el emperador azteca Moctezuma comenzó a poner sus alimentos sobre tortillas para transportarlos fácilmente. Otra versión señala que las mujeres aztecas enviaban la comida envuelta en tortillas a los hombres que salían a trabajar. En todo caso, la genialidad del taco radica en que la tortilla se utiliza como plato, cuchara y comida al mismo tiempo.
A lo largo de la historia, el taco ha evolucionado y se ha diversificado. Hoy en día existen más de 70 variedades, desde los tradicionales tacos al pastor hasta creaciones más recientes como los tacos gobernador. Cada región del país ha aportado sus propios ingredientes y técnicas, enriqueciendo aún más este universo culinario.
Pero el taco no solo destaca por su sabor, sino también por su accesibilidad y practicidad. No necesita plato ni cubiertos para comerse, lo que lo convierte en la opción perfecta para disfrutar en cualquier momento y lugar. Quizás por eso se ha ganado un lugar especial en el corazón de los mexicanos.
Más allá de las fronteras, el taco se ha convertido en un embajador de la gastronomía mexicana. Su popularidad ha crecido a nivel internacional, conquistando paladares en todo el mundo. Incluso existen rankings que buscan determinar cuáles son los mejores tacos del país, lo que demuestra la pasión que despierta este platillo.
En el Día del Taco, celebremos no solo su delicioso sabor, sino también su papel como símbolo de unidad e identidad nacional. Porque no importa si es de pastor, de canasta o de guisado, el taco siempre nos recordará el orgullo de ser mexicanos.
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