Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, ha anunciado que durante la veda electoral, se dedicará a supervisar personalmente las obras de infraestructura en curso en todo el país. A pesar de las restricciones de la veda, que limitan los actos públicos y la comunicación directa con los ciudadanos, el mandatario ha subrayado su compromiso de no dejar obras pendientes al final de su administración.
Este enfoque se alinea con su promesa de que todas las obras prioritarias de su gobierno, especialmente en el sureste, serán entregadas completas y en funcionamiento.
La estrategia del presidente incluye la supervisión de proyectos significativos como el Tren Maya y el Tren Interurbano México-Toluca, entre otros. Aunque esta decisión ha sido criticada por algunos sectores que señalan la inauguración de obras inconclusas, el gobierno sostiene que es un paso necesario para cumplir con los plazos establecidos y evitar dejar proyectos sin terminar.
Deja una respuesta