En una conferencia de prensa realizada en Chihuahua, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, rechazó categóricamente las acusaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que sugieren que Estados Unidos es corresponsable de la creciente violencia en el estado de Sinaloa. Salazar enfatizó que la violencia en Sinaloa no es culpa de EEUU y que la responsabilidad de esta situación recae en la inseguridad y la violencia endémicas en México.
La crisis de violencia en Sinaloa se intensificó significativamente después de la detención de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y otros líderes del cártel de Sinaloa por parte de autoridades estadounidenses a finales de julio. AMLO había sugerido que este operativo unilateral fue la causa principal de la escalada de violencia, que hasta el momento ha resultado en 29 enfrentamientos y 53 muertos en solo 12 días. Sin embargo, Salazar negó cualquier responsabilidad de EEUU en estos hechos, argumentando que “no se puede entender cómo puede ser la responsabilidad de Estados Unidos las masacres que vemos en diferentes lugares”.
Salazar también destacó que la cooperación bilateral en materia de seguridad sigue siendo crucial y que ambos países deben trabajar juntos para combatir el crimen organizado. “La realidad es que hay un problema de inseguridad y violencia” en México, y este problema debe ser abordado por las autoridades mexicanas, según el embajador. Además, Salazar felicitó a las fuerzas de seguridad de ambos países por el reciente veredicto de culpabilidad contra Rubén Oseguera ‘El Menchito’, hijo del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, como un ejemplo de la efectiva colaboración en la lucha contra el narcotráfico.
La relación bilateral entre México y EEUU ha sufrido tensiones recientes, particularmente después de la polémica reforma judicial impulsada por el presidente López Obrador, que el embajador Salazar criticó por suponer un riesgo para la democracia y la inversión extranjera. A pesar de estas tensiones, Salazar expresó su optimismo sobre la futura cooperación bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia de México el 1 de octubre.
La situación en Sinaloa sigue siendo crítica, con familias temerosas de enviar a sus hijos a la escuela y cadáveres abandonados en las calles. Las autoridades locales han informado de al menos 53 muertos y 51 desaparecidos desde el inicio de los enfrentamientos. En respuesta, se han desplegado 600 soldados adicionales en el estado para tratar de controlar la violencia.
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