La Cámara de Diputados aprobó ayer, en lo general, el dictamen que traslada la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con una mayoría calificada de 362 votos a favor, 131 en contra y cero abstenciones. Esta decisión marca un hito significativo en la política de seguridad nacional de México, al modificar 12 artículos de la Constitución Política para establecer que la Guardia Nacional será una «fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar y marino con formación policial».
El diputado de Morena, Sergio Carlos Gutiérrez Luna, detalló que la reforma amplía la jurisdicción de la Guardia Nacional y la incorpora a la estructura de la Sedena, con el objetivo de ejecutar de manera más efectiva la estrategia de seguridad pública. Además, la reforma faculta al Congreso de la Unión para expedir leyes que regulen y establezcan límites a la participación del Ejército, la Armada de México y Fuerza Aérea en tareas de seguridad interior y apoyo a la seguridad pública.
Un aspecto crucial de la reforma es que otorga al Congreso la capacidad de ratificar los nombramientos de jefes superiores de la Guardia Nacional propuestos por el titular del Poder Ejecutivo. Esto busca establecer un sistema de contrapesos en la designación de altos mandos de esta institución de seguridad.
El dictamen aprobado establece un plazo de 180 días para que el Congreso de la Unión armonice el marco jurídico en la materia. Durante este período de transición, la Guardia Nacional continuará operando bajo las disposiciones legales vigentes antes de la entrada en vigor del decreto. Esto asegura una transición ordenada y sin interrupciones en las operaciones de seguridad.
Un punto destacado de la reforma es la reclasificación del personal militar y naval que integra la Guardia Nacional. Estos elementos serán transferidos de su Fuerza Armada original a la Guardia Nacional, manteniendo su antigüedad y derechos. Además, se establece que el Comandante de la Guardia Nacional deberá ostentar el grado de General de División y será designado por el Presidente de la República a propuesta del titular de la Sedena, reforzando así el carácter militar de la institución.
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