El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, enfrenta un momento crucial en su batalla legal, solicitando un nuevo juicio en Nueva York. Declarado culpable de narcotráfico, delincuencia organizada y falsedad de declaraciones, su defensa presenta nuevas evidencias que, según alegan, podrían exonerarlo. Se centran en violaciones de las normas Brady y falso testimonio de testigos clave como Héctor Villarreal Hernández y Francisco Cañedo.
La defensa de García Luna desafía la credibilidad de los testimonios presentados en el juicio original. Argumentan, por ejemplo, que las acusaciones de sobornos a El Universal y un supuesto secuestro por el Cartel de los Beltrán Leyva son falsas, presentando evidencias de su ubicación en el Hospital Ángeles de Ciudad de México durante el supuesto secuestro. También refutan la implicación de García Luna en el uso del software espía Pegasus, señalando inconsistencias temporales.
Un aspecto crítico del nuevo pedido es la acusación de que Édgar Veytia El Diablo y Óscar Nava Valencia El Lobo coordinaron testimonios mientras estaban encarcelados. La defensa sugiere que esto formaba parte de un esfuerzo coordinado para inculpar a García Luna. Además, alegan que la Fiscalía omitó evidencias cruciales y presionó a testigos para declarar en contra de él.
La decisión sobre la solicitud de un nuevo juicio recae en el juez Brian Cogan. Mientras la Fiscalía prepara su respuesta, el equipo legal de García Luna aguarda un proceso que podría extenderse por semanas o meses. Este caso sigue siendo un tema de gran interés y controversia en los círculos legales y políticos
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