Durante la conferencia mañanera del 27 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó fuertemente al Poder Judicial, describiéndolo como «podrido» y al servicio de la «mafia del poder económico y político». Citó el caso de Genaro García Luna como ejemplo, donde un juez negó una orden de aprehensión contra él. López Obrador abogó por una reforma judicial que permita al pueblo elegir a jueces, magistrados y ministros mediante votación, lo cual requeriría una mayoría calificada en el Congreso para reformar la Constitución.
Por otro lado, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Loretta Ortiz, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, expresó su desacuerdo con la propuesta de López Obrador de elegir a los ministros de la SCJN mediante voto popular. Ortiz argumentó que el perfil necesario para ser parte de la Suprema Corte no se puede lograr a través del voto popular, y relató una experiencia con jueces en Estados Unidos sobre la pena de muerte para ilustrar su punto. Según Ortiz, la elección de ministros podría llevar a decisiones judiciales motivadas por la popularidad en lugar del debido proceso legal.
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