El Banco Mundial ha reducido su previsión de crecimiento económico global para este año al 2.3%, destacando una notable desaceleración económica en comparación con estimaciones anteriores. La entidad ha señalado varios factores que contribuyen a este ajuste, incluyendo tensiones comerciales, incertidumbres políticas y debilitamiento de la demanda interna en diversas economías clave.
Según el informe, esta revisión a la baja subraya la necesidad de políticas fiscales y monetarias más flexibles, así como de reformas estructurales que puedan mitigar los impactos negativos y fomentar un crecimiento más sostenible y equitativo a nivel global.
El Banco Mundial también advirtió sobre los riesgos asociados a esta desaceleración, tales como el aumento del desempleo y la posible reducción de inversiones en sectores estratégicos. La institución insta a los gobiernos y entidades internacionales a coordinar esfuerzos para enfrentar estos desafíos y promover un entorno económico más estable y resiliente.
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