En su primera conferencia de prensa como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo dedicó un emotivo homenaje al movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968, conocido como la masacre de Tlatelolco. En este evento, que dejó al menos 400 muertos, Sheinbaum recordó cómo su madre, Annie Pardo Cemo, participó activamente en el movimiento. «Soy hija del 68», declaró Sheinbaum, destacando el papel de su madre como profesora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien fue expulsada por su participación en las protestas.
Desde el Palacio Nacional, Sheinbaum enfatizó la importancia de este movimiento en la historia democrática de México. «Fue doloroso, yo fui a visitar a Pablo a Lecumberri», expresó, refiriéndose a Pablo Gómez Álvarez, quien fue detenido durante los eventos del 2 de octubre y encarcelado hasta 1971. Gómez, actualmente titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), fue uno de los líderes estudiantiles en aquel entonces.
La presidenta subrayó que el movimiento estudiantil abrió las puertas a una mayor participación política y social en México. Destacó que «el 2 de octubre no se olvida» es una frase icónica que simboliza la lucha por los derechos humanos y la justicia. En su discurso, Sheinbaum reafirmó su compromiso con la democracia y aseguró que su gobierno respetará todas las libertades democráticas y los derechos humanos.
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