El Banco de México (Banxico) aplicó este jueves su recorte más agresivo desde que inició el ciclo de bajas, al reducir su tasa de interés en 50 puntos base para ubicarla en 9.50%. La decisión fue respaldada por cuatro de los cinco miembros de la Junta de Gobierno.
La decisión se tomó en un momento crucial, ya que la inflación se encuentra en niveles históricamente bajos de 3.69%. «Tomando en cuenta el actual panorama inflacionario y el grado de restricción monetaria prevaleciente, la junta de gobierno consideró apropiado una reducción de mayor magnitud», explicó el banco central en su comunicado.
El panorama no está libre de riesgos. Banxico advirtió sobre la «elevada incertidumbre» generada por la amenaza de aranceles de Estados Unidos, aunque celebró la pausa temporal en su implementación. Las tensiones comerciales y geopolíticas siguen siendo factores de preocupación que podrían afectar la estabilidad económica.
La votación mostró división en la Junta de Gobierno: Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, José Gabriel Cuadra García y Omar Mejía Castelazo votaron a favor del recorte de medio punto, mientras que Jonathan Heath prefirió una reducción más conservadora de 25 puntos base.
El banco central señaló que podría continuar con recortes de magnitud similar en el futuro, aunque manteniendo una postura restrictiva. Esta decisión se da en un contexto de debilidad en la actividad económica nacional, con una contracción registrada en el último trimestre de 2024 y una desaceleración en el mercado laboral.
Los retos no son menores: Banxico identificó como principales riesgos inflacionarios la persistencia de la inflación subyacente, posible depreciación cambiaria, disrupciones por conflictos geopolíticos y presiones en costos. Sin embargo, mantiene su previsión de que la inflación general convergerá a la meta del 3% en el tercer trimestre de 2026.
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