En una reciente conferencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que el nuevo esquema de pensiones en México será financiado a través de un innovador plan de austeridad y la reasignación de fondos actualmente destinados a entidades como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Este anuncio forma parte de un conjunto de reformas constitucionales que serán presentadas al Congreso el 5 de febrero de 2024.
El presidente López Obrador detalló que, además de las medidas de ahorro, se contempla la utilización de aproximadamente mil millones de pesos asignados al INAI y otros organismos autónomos para este propósito. Esta decisión surge como una respuesta a la necesidad de corregir lo que el presidente considera una injusticia cometida contra los trabajadores a raíz de las modificaciones al régimen de pensiones instauradas en 1997 bajo la administración de Ernesto Zedillo.
El mandatario enfatizó que el objetivo es implementar gradualmente una corrección a este sistema, compartiendo la carga entre el gobierno, los trabajadores y los empresarios. La idea es que el gobierno comience a aportar al fondo de pensiones desde este año, asegurando que este cambio no afectará las pensiones actuales para adultos mayores.
López Obrador rechazó las acusaciones de que el gobierno pretende apropiarse de los ahorros de los trabajadores. Subrayó su compromiso con la integridad, asegurando que su administración no incurre en prácticas corruptas. Asimismo, destacó que con una mayor austeridad republicana, es posible financiar esta reforma, haciendo eco de mecanismos previos a la era neoliberal.
Este enfoque hacia una mayor justicia en el sistema de pensiones refleja un cambio significativo en la política fiscal y social del país, buscando equilibrar el bienestar de los trabajadores retirados con la viabilidad económica del Estado.
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