En un reciente giro en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha lanzado fuertes críticas contra el Poder Judicial. Según declaraciones del mandatario, existen pruebas de que magistrados liberaron a individuos que confesaron haber participado en los crímenes relacionados con este caso emblemático.
Durante una conferencia de prensa, Obrador destacó que, tras asumir la responsabilidad de las investigaciones, descubrió una resolución judicial que permitió la liberación de estas personas. La controversia surge en un momento en que el caso Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta en la sociedad mexicana, marcada por la demanda de justicia y la búsqueda de la verdad.
El presidente Obrador no solo señaló a jueces y magistrados por su decisión de liberar a los presuntos responsables, sino que también acusó al sistema judicial de imponer plazos imposibles de cumplir al Ministerio Público, lo que, según él, contribuyó a la liberación de los acusados.
Frente a esta situación, Obrador reiteró la necesidad urgente de una reforma al Poder Judicial. La propuesta central de esta reforma es que los jueces sean electos a través de votación popular. Esta propuesta, según el presidente, es vital para el proceso de transformación del país. Sin embargo, admitió que su gobierno no tendría el tiempo suficiente para materializar esta reforma.
El presidente criticó las descalificaciones que ha recibido su propuesta, especialmente aquellas que sugieren que con ella, cualquier ciudadano podría llegar a ser juez. En respuesta, Obrador recordó que en países como Estados Unidos, los jueces son ciudadanos elegidos, ofreciendo esto como un modelo a considerar.
Para finalizar, Obrador subrayó la importancia de una reforma constitucional y la necesidad de contar con el apoyo de una mayoría calificada en el Congreso para llevarla a cabo. Este llamado a la reforma judicial se presenta como un elemento crucial en la agenda política del país, especialmente en un contexto donde la justicia y la transparencia en casos como el de Ayotzinapa siguen siendo demandas centrales de la sociedad.
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