El presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado una iniciativa para desaparecer ciertos órganos autónomos del Estado mexicano, enfatizando que esta medida no incluirá a instituciones esenciales como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). La propuesta, que se enviará al Congreso el próximo 5 de febrero, busca eliminar aquellos organismos que, según el Ejecutivo, fueron creados para «legalizar la corrupción» y que duplican funciones ya existentes en el gobierno.
Entre los organismos mencionados por el presidente se encuentran el Instituto Federal de Telecomunicaciones y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. López Obrador aseguró que no habrá despidos como resultado de esta iniciativa, argumentando que el objetivo es tener un gobierno más eficiente y menos costoso.
Esta decisión forma parte de un paquete de iniciativas de reforma más amplio que también incluye propuestas para modificar el sistema de pensiones, incrementar el salario mínimo más allá del ajuste anual y cambiar el método de elección de los ministros de la Suprema Corte. Según el presidente, la eliminación de estos órganos permitiría redirigir recursos hacia el sistema de pensiones, asegurando así que los trabajadores afiliados al IMSS o ISSSTE reciban el 100% de su último salario como pensión.
El presidente destacó que la decisión de eliminar ciertos órganos autónomos responde a una evaluación de su eficacia y relevancia actual. Instituciones que duplican funciones o que no han servido al pueblo, según su perspectiva, serán las candidatas para esta eliminación. En casos como el del Instituto Nacional de Transparencia, la Secretaría de la Función Pública podría asumir sus responsabilidades.
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