Ucrania ha denunciado el reciente acuerdo de cooperación firmado entre Rusia y Corea del Norte, calificándolo como una «destrucción de las normas internacionales». Este pacto, que incluye una cláusula de defensa mutua en caso de agresión, ha sido visto como una escalada significativa en las tensiones geopolíticas actuales.
El acuerdo, firmado durante una visita de Vladimir Putin a Pyongyang, estipula que ambos países se comprometen a utilizar todos los medios disponibles para proporcionar asistencia militar inmediata en caso de guerra. «Este pacto no solo socava las sanciones internacionales, sino que también representa una amenaza directa a la estabilidad regional y global,» afirmó un portavoz del gobierno ucraniano.
La OTAN también ha expresado su preocupación, describiendo el pacto como un acuerdo entre «potencias autoritarias» que subraya el creciente alineamiento entre Rusia y Corea del Norte. Este nuevo entendimiento podría incitar a Estados Unidos y sus aliados a reforzar su presencia militar en la región, aumentando el riesgo de confrontación.
Corea del Sur ha condenado enérgicamente el acuerdo, reconsiderando su postura sobre el suministro de armas a Ucrania. «Lamentamos que, a pesar de las repetidas advertencias de la comunidad internacional, Rusia y Corea del Norte hayan firmado este tratado,» declaró un funcionario surcoreano. La alianza entre estos dos países, ambos aislados por gran parte de la comunidad internacional, podría tener implicaciones significativas para la seguridad en la península coreana y más allá.
En respuesta a estas críticas, Rusia ha defendido su derecho a avanzar en sus relaciones bilaterales con Corea del Norte, argumentando que no debería preocupar a nadie. Sin embargo, la comunidad internacional sigue observando con cautela, preocupada por las posibles consecuencias de este pacto en el contexto de la guerra en Ucrania y la estabilidad global.
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