El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sostuvo una «conversación productiva» con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde enfatizó la necesidad de desarrollar una estrategia integral antes de cualquier negociación con Rusia.
La reunión se produjo en un momento tenso, especialmente después de que Zelenski expresara su descontento al enterarse que el presidente estadounidense Donald Trump había discutido un posible alto el fuego con Vladimir Putin sin consultar previamente con Kiev. El mandatario ucraniano ha sido enfático en señalar que no aceptará ninguna solución que no incluya la participación activa de Kiev.
En el marco de la conferencia, también se abordaron temas económicos cruciales, destacando las negociaciones en curso sobre un acuerdo de minerales estratégicos entre Estados Unidos y Ucrania, que incluiría tierras raras, titanio, uranio y litio, elementos fundamentales para el desarrollo tecnológico global.
Las tensiones se intensificaron cuando el vicepresidente Vance criticó duramente a los líderes europeos por supuestas restricciones a la libertad de expresión y políticas migratorias, provocando una fuerte respuesta del ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, quien calificó estas declaraciones como «inaceptables».
Zelenski proyecta que Ucrania necesitará una fuerza de un millón y medio de soldados para garantizar su seguridad post-conflicto, especialmente si no logra integrarse a la OTAN, subrayando la importancia de mantener una posición defensiva sólida frente a posibles futuras agresiones.
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