El presidente electo Donald Trump y el multimillonario Elon Musk han rechazado un acuerdo presupuestario bipartidista, lo que ha generado un clima de incertidumbre en el Congreso de Estados Unidos y podría llevar a una parálisis del gobierno. La propuesta, que buscaba evitar un cierre gubernamental, fue criticada por ambos líderes, quienes argumentan que contiene gastos excesivos y concesiones inaceptables a los demócratas.
Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia el próximo 20 de enero, instó a los legisladores republicanos a desestimar el acuerdo, calificándolo de «ridículo y extraordinariamente oneroso». En una declaración conjunta con su vicepresidente electo, JD Vance, Trump afirmó que cualquier paquete que no incluya una extensión del límite de endeudamiento federal será inaceptable. Este límite es crucial, ya que Estados Unidos se enfrenta a una deuda federal de 36.2 billones de dólares.
Por su parte, Musk ha utilizado su influencia en las redes sociales para atacar el acuerdo. A través de su plataforma X (anteriormente Twitter), Musk ha instado a los legisladores a oponerse al proyecto, señalando que cualquier miembro del Congreso que vote a favor debería ser expulsado. Sus comentarios han resonado entre los republicanos más conservadores, quienes ya están presionando para que se presente un nuevo proyecto de ley con menos gastos.
La parálisis del gobierno podría ocurrir si no se aprueba un nuevo presupuesto antes del sábado, cuando se espera que se agoten los fondos gubernamentales. Sin embargo, la presión de Trump y Musk ha complicado las negociaciones entre los partidos, lo que ha llevado a algunos legisladores a expresar su frustración ante la falta de progreso. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha reconocido la difícil situación y ha indicado que se necesita un consenso urgente para evitar el cierre.
Con el tiempo corriendo en contra y las tensiones aumentando, la situación presupuestaria en Estados Unidos se vuelve cada vez más crítica. La influencia de Trump y Musk en este proceso pone en duda la capacidad del Congreso para llegar a un acuerdo que mantenga al gobierno funcionando y cumpla con sus obligaciones financieras.
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