El presidente estadounidense Donald Trump ha ordenado el despliegue de nuevos buques de guerra, submarinos y 4,500 marines en el sur del Caribe, como parte de una operación internacional para combatir los carteles del narcotráfico y presionar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. El Pentágono confirmó el arribo del crucero de misiles guiados USS Lake Erie y el submarino nuclear USS Newport News, que se suman a tres destructores y un escuadrón anfibio con miles de infantes de marina en aguas próximas a Venezuela.
La estrategia, que incluye patrullaje aéreo, vigilancia naval y operativos especiales, busca interrumpir rutas de tráfico ilegal y sancionar a grupos señalados como “organizaciones terroristas globales”, entre ellos el Tren de Aragua y el “Cartel de los Soles”, que EE.UU. vincula directamente con el régimen de Maduro; la recompensa por su captura fue elevada recientemente a 50 millones de dólares. Trump amplía la coalición con Francia, Paraguay, Guyana, Trinidad y Tobago y Argentina, países que también han reforzado presencia naval y declarado a los carteles venezolanos como amenazas regionales.
Venezuela responde con despliegue militar propio
Ante este movimiento, el ministro de Defensa venezolano Vladimir Padrino López anunció la movilización de buques, drones y unos 15,000 efectivos en la frontera con Colombia y puntos estratégicos del Caribe y golfo de Venezuela. El operativo incluye patrullas navales, protección de las instalaciones petroleras y la apertura del registro a la Milicia Bolivariana, además de activación de reservistas que, según cifras oficiales, llegarían a 4.5 millones, aunque analistas independientes cuestionan su veracidad.
Maduro denunció ante la ONU una “escalada de acciones hostiles” y solicitó el respaldo internacional, mientras Estados Unidos insiste en que el operativo es únicamente para frenar el tráfico de drogas y sancionar a quienes amenazan la seguridad del hemisferio. Las tensiones han crecido en los últimos días y la zona se mantiene bajo constante monitoreo militar y diplomático.
Riesgos, reacciones y expectativas
El despliegue militar estadounidense genera preocupación internacional por la posibilidad de incidentes armados, bloqueos marítimos y una nueva crisis regional. Sin embargo, Trump afirma estar “preparado para usar todos los recursos del poder estadounidense” y subraya que Maduro “no es presidente legítimo” sino jefe de un cartel narco. Las operaciones se mantendrán durante varios meses y seguirán sumando aliados.
Francia y otros países latinoamericanos han declarado oficialmente que buscan apoyar el esfuerzo antinarco, coordinando patrullajes y compartiendo inteligencia con las fuerzas estadounidenses. Mientras tanto, la ONU y la CELAC demandan evitar amenazas nucleares y mantener la región como “zona de paz”.
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