Presión máxima: ultimátum económico y diplomático a Moscú
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una advertencia contundente a Rusia en el marco de la guerra con Ucrania: si en los próximos 50 días no se alcanza un acuerdo de paz, impondrá aranceles del 100% a todas las exportaciones rusas. Este anuncio, realizado durante una conferencia en la Casa Blanca, marca un giro radical en la estrategia estadounidense y busca acelerar el fin del conflicto, que ya suma más de tres años de devastación y ha provocado una crisis humanitaria y económica en Europa del Este.
Trump ha fijado un plazo de 50 días para que Moscú y Kiev lleguen a un acuerdo, asegurando que, de no lograrse avances sustanciales, Estados Unidos aplicará “aranceles secundarios” que afectarían no solo a empresas rusas, sino también a cualquier país o compañía que comercie con productos rusos. El mandatario subrayó que “la paciencia se ha agotado” y que la presión económica será total si el Kremlin no muestra voluntad de negociar la paz.
En paralelo a la amenaza arancelaria, Trump anunció que la OTAN financiará el envío de armas de fabricación estadounidense a Ucrania, pero ahora bajo un nuevo esquema: los países europeos deberán asumir el costo total del armamento. Esta medida busca reducir la carga financiera para Washington y, al mismo tiempo, garantizar que Ucrania mantenga su capacidad de defensa en el corto plazo. Trump insistió en que la prioridad es “detener la guerra cuanto antes, sin más derramamiento de sangre”.
La reacción internacional ha sido inmediata. Moscú calificó la amenaza como una “intromisión inaceptable” y advirtió que responderá con contramedidas económicas. Por su parte, líderes europeos han mostrado cautela, preocupados por el impacto que los aranceles podrían tener en la economía global y en el suministro de energía, especialmente en países dependientes del gas y petróleo ruso.
El ultimátum de Trump añade presión a un escenario ya tenso, donde las negociaciones entre Rusia y Ucrania han avanzado poco y las sanciones previas no han logrado frenar la ofensiva militar rusa. Analistas advierten que la escalada arancelaria podría agravar la crisis económica mundial y provocar una reacción en cadena en los mercados. Sin embargo, para la Casa Blanca, el mensaje es claro: la diplomacia debe dar resultados inmediatos o las consecuencias serán severas.
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