El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas una vez que asuma el cargo en enero de 2025. Esta declaración, realizada durante su periodo de transición, ha generado una inmediata reacción por parte del gobierno mexicano y ha reavivado el debate sobre las estrategias para combatir el narcotráfico.
Trump, quien ganó las elecciones presidenciales de 2024, afirmó que esta medida le permitirá utilizar recursos militares para combatir a los cárteles, argumentando que representan una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos. El anuncio se produce en un momento de creciente preocupación por la violencia relacionada con el narcotráfico en ambos lados de la frontera.
La respuesta desde México no se hizo esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó categóricamente cualquier injerencia extranjera en asuntos internos mexicanos, calificando la propuesta de Trump como una violación a la soberanía nacional. Sheinbaum enfatizó que México continuará abordando el problema del narcotráfico a través de estrategias integrales que incluyen programas sociales y cooperación internacional, pero siempre respetando la autonomía del país.
Expertos en relaciones internacionales advierten que la implementación de tal medida podría tener consecuencias graves para la cooperación bilateral en materia de seguridad. Señalan que la designación de los cárteles como organizaciones terroristas podría justificar acciones unilaterales de EE.UU. en territorio mexicano, lo que complicaría aún más la ya delicada situación diplomática entre ambas naciones.
El debate generado por esta propuesta pone de manifiesto la complejidad del problema del narcotráfico y las diferentes aproximaciones para combatirlo. Mientras que algunos sectores en EE.UU. apoyan medidas más agresivas, en México se aboga por estrategias que aborden las causas estructurales del fenómeno. La forma en que se desarrolle este conflicto diplomático podría tener repercusiones significativas en la política regional y en la lucha contra el crimen organizado transnacional en los próximos años.
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