En un giro inesperado que ha dejado a turistas y locales por igual sin acceso, la Torre Eiffel, el emblemático monumento de París, permanece cerrada este lunes debido a una huelga de los trabajadores de la empresa concesionaria. La Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE) ha anunciado en su página web que la apertura del monumento se verá «perturbada» por la convocatoria de huelga de una parte del personal, instando a los visitantes a consultar su sitio en internet antes de acudir y a considerar aplazar su visita.
Los sindicatos implicados, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Fuerza Obrera (FO), están exigiendo una mejor gestión financiera del monumento por parte del Ayuntamiento de París, que posee el 99% del capital de la SETE. Esta demanda surge en un contexto donde se considera que el presupuesto destinado a obras es insuficiente, especialmente para tareas de mantenimiento como la pintura periódica de la torre. Además, los sindicatos critican la estimación de ingresos previstos, basada en una hipótesis de 7.4 millones de visitas anuales, una cifra que nunca se ha alcanzado.
La situación financiera de la SETE se ha visto agravada por el aumento del canon que debe pagar al Ayuntamiento, pasando de 16 millones de euros a 50 millones anuales, en un momento en que la concesionaria aún se recupera de una deuda de un centenar de millones de euros provocada por la disminución de turistas durante la crisis de la Covid.
Una asamblea general se celebra esta mañana para decidir sobre la continuación o no de la huelga. La decisión es crucial no solo para los trabajadores y la administración de la torre, sino también para el flujo turístico de París, ya que la Torre Eiffel es uno de los monumentos más visitados y reconocidos del mundo.
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