El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el sábado la construcción de una nueva base de operaciones para la Guardia Nacional en Eagle Pass, ciudad fronteriza con México.
La base, que se ubicará en un terreno de 32 hectáreas junto al Río Bravo, tendrá capacidad para albergar entre 1,800 y 2,300 elementos de la Guardia Nacional. Se construirá por fases, con una primera etapa de 300 camas que estará lista en abril.
Abbott justificó la medida como una forma de contener el cruce migratorio irregular en la zona e incrementar la capacidad de respuesta de las fuerzas militares texanas ante la «invasión» que, según él, permite el gobierno de Joe Biden.
El complejo incluirá tres puestos de mando, almacenes de armas y un helipuerto. Mejorará las condiciones de los soldados desplegados en Eagle Pass dentro de la llamada Operación Estrella Solitaria.
La base se ubica cerca de un parque fronterizo donde elementos de la Guardia Nacional de Texas han instalado alambradas y restringido el acceso a agentes federales, lo que ha generado disputas por el control de la zona.
Se espera que la construcción de esta base militar eleve las tensiones entre Texas y el gobierno federal de Estados Unidos por las políticas migratorias y el despliegue de fuerzas en la frontera.
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