Marco Rubio juró este martes como el 72° Secretario de Estado de Estados Unidos, marcando un hito histórico al convertirse en el primer hispano en ocupar este cargo. La ceremonia, presidida por el vicepresidente JD Vance, incluyó un emotivo momento cuando Rubio dirigió parte de su discurso en español, recordando el sacrificio de sus padres inmigrantes cubanos.
El Senado confirmó a Rubio por unanimidad, convirtiéndolo en el primer miembro confirmado del gabinete de la segunda administración Trump. Durante su discurso, el nuevo Secretario de Estado estableció tres criterios fundamentales para la política exterior: «¿Nos hace más fuertes? ¿Nos hace más seguros? ¿Nos hace más prósperos?»
En su mensaje en español, Rubio agradeció a Dios y a sus padres, quienes llegaron a Estados Unidos en 1956 «con el único propósito de que sus hijos pudieran realizar sueños que para ellos fueron imposibles». El momento destacó la importancia histórica de tener al primer hispanoamericano hijo de refugiados en este cargo.
El nuevo Secretario de Estado enfatizó que la prioridad del Departamento será promover los intereses nacionales de Estados Unidos, alineándose con la política «America First» de Trump. Sin embargo, también prometió mantener un equilibrio entre la firmeza diplomática y la búsqueda de la paz mundial.
Rubio enfrenta desafíos inmediatos como el conflicto en Gaza, la guerra en Ucrania y las tensiones con China. En su primera entrevista tras la juramentación, expresó su preocupación por el alto el fuego en Gaza, recordando que «el 7 de octubre también había un alto el fuego en vigor cuando Hamas atacó a Israel».
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