Australia aprobó una ley sin precedentes que prohíbe el acceso de los menores de 16 años a las redes sociales, convirtiéndose en el primer país en aplicar esta medida. La ley, que entrará en vigor en noviembre de 2025, establece multas de hasta 32 millones de dólares para las plataformas que no impidan a los menores el inicio de sesión. La aprobación se produjo tras un intenso debate público y un proceso legislativo acelerado, recibiendo el respaldo necesario tanto en la Cámara baja como en el Senado, con 34 votos a favor y 19 en contra. Esta normativa obliga a las plataformas a implementar medidas razonables para verificar la edad de sus usuarios, según se informó.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, defendió la ley argumentando que las redes sociales representan un riesgo significativo para la salud física y mental de los niños. Albanese ha hecho campaña a favor de la ley, buscando el apoyo de los padres y el público en general. Las empresas tecnológicas expresaron su preocupación, calificando la legislación de “precipitada” y “problemática”. Google y Meta demandaron una mayor consulta y tiempo para el desarrollo de sistemas de verificación de edad, mientras que TikTok y X también cuestionaron la ley por su potencial impacto en los derechos humanos de los niños.
La legislación australiana ha generado un debate global, con otros países observando de cerca esta medida pionera. Aunque la prohibición se aplica a plataformas como TikTok, Facebook, Snapchat y X, se prevén excepciones para servicios de mensajería y plataformas de juegos, así como para YouTube, que se considera una excepción por su uso en las escuelas. El Gobierno australiano planea probar un sistema de verificación de la edad, que podría incluir datos biométricos o identificación gubernamental, con resultados esperados a mediados de 2025.
Las plataformas de redes sociales enfrentan el desafío de adaptarse a esta nueva normativa y desarrollar métodos efectivos para verificar la edad de los usuarios. La ley busca proteger a los jóvenes de contenidos dañinos y problemáticos en línea, como material relacionado con el abuso de drogas, el suicidio o la autolesión, según argumentó la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland. Sin embargo, algunos académicos y defensores de la privacidad han expresado su preocupación sobre las posibles violaciones a los derechos humanos y el aislamiento de los jóvenes vulnerables.
Australia se convierte en un referente global en la regulación de las redes sociales, estableciendo un nuevo estándar en la protección de menores en línea. Esta ley podría influir en futuras regulaciones en otros países, donde ya se han implementado o se están considerando medidas similares. El debate sobre cómo equilibrar la protección de los menores con sus derechos digitales seguirá siendo un tema de discusión en la arena internacional.
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