Las protestas estudiantiles en apoyo a Palestina se han extendido a más de 70 universidades y centros educativos en todo el territorio español, convirtiéndose en el país europeo con la mayor cantidad de planteles movilizados contra la ofensiva israelí en Gaza.
Desde el norte hasta el sur, las acampadas y manifestaciones se replican en campus de Cataluña, País Vasco, Navarra, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía y otras regiones. Los reclamos van desde exigir el cese al fuego, el ingreso de ayuda humanitaria y el fin de la ocupación israelí en Cisjordania, hasta la ruptura de relaciones diplomáticas y académicas con Israel.
En Barcelona, el claustro de la Universidad de Barcelona (UB) votó a favor de una moción de apoyo a Palestina y contra el «genocidio» israelí. Mientras tanto, en el País Vasco y Navarra, el sindicato estudiantil Ikasle Abertzaleak convocó acampadas en los campus de la Universidad Pública Vasca (UPV/EHU) y la Universidad Pública de Navarra.
Las protestas, que en un principio fueron pacíficas, en algunos casos derivaron en disturbios y enfrentamientos con la policía, como ocurrió en la Universidad de Ámsterdam, donde hubo 169 detenidos. Situaciones similares se registraron en Alemania, donde la Policía de Berlín desalojó a manifestantes que habían ocupado la Universidad Libre (FU).
A pesar de la represión, los estudiantes españoles han logrado que varias universidades rompan lazos con instituciones israelíes. La Universidad Libre de Bruselas (ULB) en Bélgica anunció la suspensión de su acuerdo de intercambio con la Universidad de Tel Aviv.
Las protestas estudiantiles propalestinas, que comenzaron en Estados Unidos y se extendieron a Europa, se han convertido en el mayor movimiento antibélico desde la Guerra de Vietnam. Con más de 70 planteles movilizados, España se ha posicionado como el epicentro europeo de estas manifestaciones que buscan visibilizar la situación en Gaza y presionar por una solución al conflicto.
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