Las protestas estudiantiles en contra de la guerra en Gaza han cobrado fuerza en las últimas semanas, extendiéndose a más de 60 universidades en Estados Unidos. Desde la costa este hasta la costa oeste, los estudiantes se han movilizado para exigir que sus instituciones tomen una posición clara y adopten medidas concretas en apoyo a la población palestina.
En universidades como Harvard, Yale, Berkeley y NYU, entre otras, los estudiantes han organizado marchas, sentadas y otras acciones para visibilizar su rechazo a la violencia y la ocupación israelí en Gaza. Además, han hecho peticiones a las administraciones universitarias para que condenen enérgicamente los ataques contra civiles, brinden apoyo a la comunidad palestina en sus campus y presionen a sus gobiernos para que intervengan diplomáticamente en el conflicto.
«Nos sentimos indignados e impotentes ante la brutalidad que está sufriendo el pueblo palestino. Nuestras universidades tienen la responsabilidad moral de tomar una posición y usar su influencia para detener esta violencia», afirmó Amira, estudiante de la Universidad de Chicago.
Las protestas han generado debates y divisiones en los campus, reflejando la polarización que rodea al conflicto israelo-palestino a nivel global. Mientras algunos apoyan las demandas estudiantiles, otros cuestionan la «parcialidad» de las manifestaciones y piden «equilibrio» en el abordaje del tema.
«Es un tema sumamente complejo y delicado. Entiendo la indignación de los estudiantes, pero creo que nuestras universidades deben mantener una postura neutral y evitar tomar partido», comentó John, estudiante de la Universidad de Virginia.
A pesar de las tensiones, los organizadores de las protestas aseguran que continuarán presionando a sus instituciones hasta que tomen medidas concretas en apoyo a la población palestina. «No vamos a detenernos hasta que nuestras voces sean escuchadas y se haga justicia», concluyó Amira.
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