Un atropello masivo ocurrido este jueves 13 de febrero en Múnich, Alemania, ha dejado un saldo de 28 heridos, incluidos dos en estado crítico. El incidente tuvo lugar durante una manifestación organizada por el sindicato Verdi cerca de la estación central de trenes, donde cientos de personas protestaban por mejoras salariales.
El conductor del vehículo, identificado como un refugiado afgano de 24 años, fue detenido en el lugar por las autoridades. Según testigos, el automóvil aceleró deliberadamente hacia la multitud, lo que llevó a las autoridades bávaras a calificar el hecho como un presunto ataque premeditado. Aunque aún no se han confirmado los motivos del atacante, su historial incluye antecedentes por robo y tráfico de drogas.
Entre los heridos hay niños, lo que ha generado una profunda conmoción en la comunidad. El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, expresó su indignación y solidaridad con las víctimas y sus familias. Equipos médicos desplegaron helicópteros para trasladar a los heridos más graves a hospitales cercanos, mientras la policía acordonó la zona para continuar con las investigaciones.
El incidente ocurre en vísperas de la Conferencia de Seguridad de Múnich, un evento internacional que reúne a líderes políticos y expertos en seguridad. Este contexto ha intensificado el debate sobre la seguridad y el control migratorio en Alemania, especialmente a pocos días de las elecciones federales.
La canciller alemana condenó el ataque y aseguró que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos. Mientras tanto, el suceso ha reavivado preocupaciones sobre la seguridad pública y el manejo de la inmigración en Europa.
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