En medio de crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea, China aprobó este viernes una nueva Ley Arancelaria que refuerza su capacidad de defensa comercial y le permite tomar represalias contra los países que impongan aranceles a sus exportaciones.
La ley, que entrará en vigor el 1 de diciembre, establece un marco legal para regular los aranceles a las importaciones y exportaciones chinas. Además, faculta a las autoridades a devolver el golpe a los socios que incumplan los acuerdos comerciales vigentes.
Esta medida se produce en un contexto de guerra comercial con Estados Unidos iniciada durante la presidencia de Donald Trump. A pesar de la tregua actual, persisten fricciones por el exceso de capacidad industrial china y la competencia desleal que representan sus exportaciones a bajo precio.
El máximo órgano legislativo chino aprobó la ley luego de tres rondas de deliberaciones desde 2022, enviando una clara advertencia a sus principales socios comerciales sobre su determinación de proteger sus intereses económicos.
Pekín ha reforzado su arsenal legal en esta materia desde la llegada al poder de Xi Jinping en 2012, promulgando leyes que permiten interferir en el flujo de mercancías, datos y personal hacia los mercados que se opongan a sus prácticas comerciales.
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