La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, anunció el miércoles que suspenderá su campaña presidencial, dejando al expresidente Donald Trump como el último aspirante republicano importante de cara a las elecciones de 2024.
Tras una rotunda derrota en el «Supermartes», donde Trump arrasó en la mayoría de los estados, Haley tomó la decisión de retirarse de la contienda. Su salida representa un duro golpe para los republicanos opositores a Trump y aquellos que buscaban una alternativa a su controvertida candidatura.
A sus 52 años, Haley hizo historia al convertirse en la primera mujer en ganar una primaria republicana. Sin embargo, no logró captar suficiente apoyo financiero y de votantes para hacer frente al arrollador avance de Trump en las asambleas estatales.
La derrota de la exembajadora ante la ONU era predecible, ya que Trump lidera de forma abrumadora las encuestas internas del Partido Republicano. Ahora, con Haley fuera de la carrera, el expresidente se encamina a obtener los 1.215 delegados necesarios para asegurar la nominación en las próximas semanas
.Esta situación allana el camino para una revancha entre Trump y el presidente Joe Biden en las elecciones generales de noviembre. Ambos candidatos, de 77 y 81 años respectivamente, enfrentan bajos índices de popularidad y cuestionamientos sobre su capacidad para liderar el país.
Las elecciones de 2024 se perfilan como un referéndum sobre los mandatos de Biden y Trump, en un clima de polarización social y desconfianza en las instituciones políticas estadounidenses.
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