El multimillonario Elon Musk y la Casa Blanca han desmentido los rumores sobre su salida del entorno político de la administración de Donald Trump. A pesar de que su rol formal como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) concluirá en mayo, el vicepresidente JD Vance confirmó que Musk seguirá siendo un asesor cercano y amigo tanto del presidente como de él mismo.
Musk, quien asumió el cargo a inicios del año con el objetivo de reducir la burocracia y optimizar los gastos federales, ha sido una figura clave en la implementación de recortes presupuestarios y la reorganización de agencias gubernamentales. Aunque algunos informes sugirieron tensiones internas y una posible salida anticipada, Vance calificó estas afirmaciones como «noticias falsas» y aseguró que Musk continuará influyendo en las decisiones estratégicas del gobierno.
El empresario, conocido por liderar empresas como Tesla y SpaceX, ha enfrentado críticas por su enfoque directo y los despidos masivos en el sector público. Sin embargo, sus aliados destacan los avances logrados en la detección de gastos innecesarios y la eliminación de programas considerados ineficientes. Según Vance, «el trabajo de Musk está lejos de terminar».
La Casa Blanca también aclaró que Musk siempre tuvo un compromiso temporal limitado a 130 días, pero que su papel como asesor informal no tiene fecha de caducidad. Este anuncio llega en un momento crucial para el gobierno de Trump, que busca consolidar su agenda económica y administrativa antes de las elecciones presidenciales de 2028.
Aunque su participación activa en DOGE finalizará pronto, Musk seguirá siendo una figura influyente en la administración, reforzando su papel como uno de los asesores más cercanos al presidente Trump.
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