México y Canadá responderán a nuevos aranceles al acero y aluminio

Sheinbaum y Carney califican la medida de Trump como “injusta” y preparan acciones para proteger empleos

La reciente decisión de Estados Unidos de aumentar del 25% al 50% los aranceles al acero y aluminio importados, firmada por el presidente Donald Trump, ha encendido las alarmas en México y Canadá, principales socios comerciales y proveedores de estos metales a la economía estadounidense. Ambos gobiernos han calificado la medida como “injusta” y “sin sustento legal” y han advertido que preparan respuestas estratégicas para proteger sus industrias y empleos frente al golpe arancelario.

Para México, el impacto es enorme: más del 80% de su producción de acero y aluminio se exporta a Estados Unidos, con ventas anuales que superan los 20 mil millones de dólares. La presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que la medida pone en riesgo miles de empleos y viola el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que muchos productos siderúrgicos cruzan varias veces la frontera y el comercio es altamente integrado. “No es un asunto de venganza, sino de protección de nuestros empleos y empresas”, subrayó la mandataria, quien anunció que México buscará primero el diálogo y, de no haber acuerdo, responderá con medidas recíprocas.

El gobierno mexicano ha optado por la cautela y la estrategia de “cabeza fría”, esperando los resultados de la reunión que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sostendrá este viernes en Washington con funcionarios estadounidenses para negociar la exclusión de México del nuevo arancel. Sheinbaum ha dejado claro que la respuesta será mesurada, pero contundente si no se logra un acuerdo, y que ya se analizan opciones para proteger la industria nacional y evitar una escalada comercial.

Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, también rechazó los aranceles, calificándolos de “ilegales e injustificados”, y adelantó que su gobierno tomará medidas en defensa de la industria y los empleos canadienses una vez concluyan las negociaciones con Washington. Canadá es el mayor proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos, y el sindicato Unifor ha exigido una respuesta inmediata para evitar la destrucción de empleos y la inestabilidad económica.

El sector industrial de ambos países teme un efecto dominó en la inversión, el empleo y los precios, especialmente en ramas clave como la automotriz y la construcción. Las asociaciones industriales mexicanas estiman que la política de Trump podría amenazar hasta 380 mil empleos y frenar inversiones por más de 7 mil millones de dólares. Mientras tanto, la presión crece sobre las autoridades para que encuentren una salida negociada y eviten una guerra comercial que afecte a toda la región de América del Norte.

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