Las universidades estadounidenses han sido escenario de intensas protestas estudiantiles en las últimas semanas, con más de 2,000 estudiantes detenidos en todo el país. Las manifestaciones, que comenzaron en la Universidad de Columbia a mediados de abril, se han extendido rápidamente a otros campus como Yale, Harvard, UCLA y la Universidad de Wisconsin en Madison.
Los estudiantes han acampado en los campus y, en algunos casos, se han atrincherado en edificios para protestar contra el apoyo de EE. UU. a Israel en su ofensiva contra Gaza. Exigen que las universidades corten lazos con Israel y condenan la violencia israelí, que ha dejado más de 34,500 palestinos muertos y 77,700 heridos desde octubre.
La respuesta de las autoridades ha sido criticada por ser demasiado agresiva. Cientos de agentes antimotines han desalojado campamentos y arrestado a manifestantes. En UCLA, 15 personas resultaron heridas, una hospitalizada, tras enfrentamientos entre manifestantes propalestinos y contramanifestantes proisraelíes.
La Casa Blanca ha dicho que apoya el derecho a protestar pacíficamente, pero que solo un «pequeño porcentaje» de estudiantes está provocando «disturbios». Líderes estudiantiles han condenado las detenciones masivas como un intento de silenciar las voces de la juventud.
Expertos temen que las detenciones puedan tener un efecto disuasorio y exacerbar las tensiones. El debate sobre el equilibrio entre libertad de expresión y orden público en los campus seguirá siendo candente en los próximos meses.
Deja una respuesta